Altares
- Nancy Manzewitsch
- 24 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Abraham, edificador de altares... muchos construyeron altares para Dios en momentos específicos, pero en Abraham podemos ver, que vez tras vez, estaba frente a un altar.

Hombre que no se movía sin edificar un altar a Dios, en realidad, ya no podía vivir sin uno, vaya donde vaya y cualquiera sean las circunstancias que le tocara vivir.
Primer Altar en Siquem: El momento donde Dios le estaba dando la más grande de las promesas: Aquella tierra que estaba pisando sería para su descendencia. A partir de ahí el verdadero Dios se le aparece a Abram para ser su “hombro”, su apoyo, su fuerza, su todo de aquí en adelante.
Segundo Altar entre Bet-el que significa “casa de Dios” y Hai, que significa “La ruina”: ¿Porque edificó el altar en aquel lugar? Abram necesitaba dirección, así que fue a la casa de Dios para hablar de todo aquello que necesitaba saber. ¡Este es el altar de la dirección!
Tercer Altar (En realidad aquí vuelve al altar que edificó):
Antes, había invocado a Dios buscando dirección, ahora, le invocó para adorarle y agradecerle por todo lo que estaba haciendo en su vida. Abram estaba regresando al mismo lugar con las manos llenas, más que bendecido. Este es el altar de la adoración.
EL Cuarto Altar "En Encinar de Mamre, que está en Hebrón":
Abram edifica este altar y Dios reafirma la promesa que una vez daría mostrándole un nuevo tiempo, un nuevo lugar, un lugar de bendición.
Este era el altar de la confianza, de la firmeza, de la alianza con Dios.
Porque Nuestra alianza con Él producirá los frutos más grandes que jamás podamos imaginar.
Quinto Altar: ¡Este es el altar más difícil de construir! ¡Es el altar de la fe! ¡El altar de la obediencia ciega! De una entrega total.
"...edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña" (Gen 22.9)
En cada altar el Señor respondió: porque "Todo altar a Dios produce una respuesta del cielo que cambia la realidad de la tierra".
No sé cual es tu realidad hoy, pero sí podemos seguir el ejemplo de alguien que buscó relacionarse con Dios y Dios respondió.
Hoy, no es necesario que busquemos piedras y matemos animales, hubo UN perfecto altar donde Jesús murió por esta relación entre vos y Él.
Pero sí podemos poner la Ofrenda, y permitir que nuestro altar arda.
El Apóstol Pablo decía: Romanos 12:1 DHH "Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios..."
Que el Señor te bendiga.
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