Acción - Reacción
- Nancy Manzewitsch
- 19 oct 2020
- 2 Min. de lectura
La Tercera Ley de Newton también conocida como Principio de acción y reacción nos dice que: "Si un cuerpo A ejerce una acción sobre otro cuerpo B, éste realiza sobre A otra acción igual y de sentido contrario".

De la misma manera que en ámbitos naturales operan leyes, como físicas, biológicas, etc.
Me atrevo a decir que esta ley se activa en nuestro ámbito espiritual: "Toda acción en la tierra desata una reacción en el cielo".
De manera tan práctica la palabra de Dios nos muestra esta ley operante: Por ejemplo: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá". S. Mateo 7:7-8
¿Necesitas que el cielo se mueva a tu favor? Activa el principio. Haz algo aquí en la tierra, que movilice los ámbitos espirituales.
Jesús, cuando era bautizado: "...orando, el cielo se abrió".
Pablo y Silas: "...se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios"
Bartimeo: "comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!"... tanto fue la insistencia que hizo detener a Jesús y recibir su milagro.
Jesús enseñó también: "Perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará..." Recordándonos que: "... con la misma medida con que medís, os volverán a medir".
Y muchos ejemplos más de quienes actuaron, y Dios respondió generosamente.
Cuando actuamos permitimos que lo invisible actúe sobre lo visible.
Alguien dijo: "El Cristiano: Un Agente del Cielo en la Tierra"
Tenemos la posibilidad de movilizar la tierra con las bendiciones del cielo. Hoy somos responsables de hacer algo que movilice el cielo, y verdaderamente el Éste venga a la tierra.
Si ejercemos una acción sobre el cielo, éste realizará sobre nosotros otra acción... y si se trata de Dios, "(Él) es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros". Efesios 3:20
¡Amén!
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